martes, 21 de febrero de 2012

aún me quedan balas

Como si de un verdadero apocalipsis se tratase la cosa se alarga, se complica y por momentos se detiene, pero tranquilos, aún me quedan balas.

Cuando veo las imágenes me parece que fue ayer cuando grabamos el cortometraje, veo a Jose y a Raúl corriendo uno tras otro y sonrío, lo dieron todo, mis agradecimientos (se los dí en su momento y cada vez que hablo con ellos) son infinitos, no se lo pueden imaginar. Además puedo entrever esa soldado nombrada torpemente (por mi vacía y simplona cabeza) Ella, de la cual pudimos disfrutar, junto con su sufrido Coronel, a ambos les debo unas escenas que me encantaron en su momento, en una localización casi de ensueño (debido a la temática del cortometraje) pero a los cuales con gran pesar he de dar una trágica noticia, he de darles el pésame, mi sección cerebral de productor ha decidido sacarlos del montaje final, de verdad, podéis imaginarme frente a vosotros a modo de reverencia, ofreciéndoos mi cuello si queréis disponer de él, lo siento mucho.

Aunque no hay mal que por bien no venga, de esta accidentada toma de contacto con Virginia (la soldado Ella) nació un proyecto precioso llamado GARDEZ del cual estoy orgulloso.

Y sí Pablo, te pagaré como haga falta la posible infección que pudiste coger moviendo ese colchón apulgarado y quizás repleto de cucarachas.

A Eva, mi primera actriz, qué decirle sino que vale mucho más de lo que ella cree (chica, ya apareces en IMDB.com para mí eso es cercano a un libro de dioses), y que espero haber captado su fuerza y belleza con mi cámara, yo al menos me he quedado muy contento con el resultado de tus tomas y Víctor ya ha podido ver parte dándome el visto bueno.

Cuando ya se ha pasado de largo las fechas previstas de estreno todavía estamos con la casa si barrer, queda adecentar al niño y hacerle hablar; si tan importante es la imagen mucho más puede llegar a ser el sonido; diálogos, efectos, música. Me gustaría hacerles llegar mi calor y ánimo a los dos encargados de estas labores, Víctor, Sergio, ánimo y cuidad de mi peque hasta que lo vuelva a tener en mis brazos con voz celestial.

La desesperación, la duda e incluso la sorpresa se han apoderado de mí en ciertos momentos, al ver el proyecto enterrado de manera silenciosa, pero no me va a pasar con éste, ya lo sufrí tiempo atrás con mi primer intento de pisar el mundo del cortometraje, es una sensación devastadora y no pienso repetirla.

Los enemigos son muchos, las carreras cada vez más cortas, la meta se ve clara, esperando nuestra llegada; equipo voy a tirar con fuerza de todos si hace falta, como vosotros habéis hecho conmigo en otras ocasiones, con vuestros ánimos, vuestra sinceridad y vuestro apoyo, así que no os preocupéis, aún me quedan balas.

(Parte de las etiquetas son en honor al RE de B The Fake)